¿Puede Blockchain ayudar en los países en desarrollo?

No hay duda de que las cadenas de bloques han llegado para quedarse. Ya nos permiten mejorar la industria de los servicios financieros al ofrecer pagos rápidos y sin necesidad de confianza entre pares. Pero las cadenas de bloques no son solo para los países desarrollados. De hecho, es posible que tengan aún más que aportar a los mercados emergentes. A continuación, se muestra cómo los países en desarrollo pueden beneficiarse aún más de la tecnología de cadenas de bloques.
¿Qué hace que Blockchain sea único?
La tecnología subyacente a Bitcoin, Blockchain, es una forma nueva y única de alcanzar un consenso de forma distribuida. En esencia, una Blockchain es simplemente una base de datos que se ejecuta en millones de dispositivos simultáneamente. El vasto conjunto de recursos de dispositivos que protegen la red impide que los actores maliciosos editen la información registrada de cualquier manera. Esto le da a las Blockchain su ventaja más importante: ser completamente resistentes a la manipulación. Es decir, la información registrada en la Blockchain es permanente. Esto hace que las Blockchain sean candidatas para mucho más que solo pagos. Información como títulos de propiedad y otros certificados de activos también podrían almacenarse en blockchains para ayudar a que la información sea a prueba de manipulaciones.
Desafíos en los países en desarrollo
Las últimas décadas nos han demostrado que el camino hacia la prosperidad económica en los países en desarrollo depende de que los servicios financieros sean accesibles a las personas más pobres de la sociedad. La microfinanciación consiste en la concesión de pequeños préstamos a empresarios y pequeñas empresas pobres que no tienen acceso a servicios bancarios adecuados. Los sectores más desfavorecidos de los países en desarrollo dependen en gran medida de la microfinanciación para aumentar su riqueza económica. Varios estudios han demostrado que el comercio informal también se beneficia de la afluencia de financiación, al igual que el sector formal. Por lo tanto, es evidente que es necesario proporcionar a las personas pobres de los países en desarrollo vías para obtener pequeños préstamos en los casos en que los sistemas bancarios tradicionales tal vez no estén dispuestos a abrirlos.
Las cadenas de bloques ofrecen una oportunidad única en este sentido, ya que la creación de monederos de Bitcoin no requiere la misma infraestructura que la creación de una nueva tienda física en un banco. Como las cadenas de bloques funcionan en una red distribuida, no es necesario que haya sucursales costosas para abrir más oficinas. Esto permite ahorrar costes bancarios que, de otro modo, se trasladan a los clientes en forma de comisiones y cargos por transferencia.
¿Cómo pueden beneficiarse los países en desarrollo?
La falta de infraestructuras en los países en desarrollo es, de hecho, algo positivo para el desarrollo, ya que les permite saltarse algunas iteraciones del progreso tecnológico y pasar directamente a la iteración más avanzada. Por ejemplo, países como Kenia y Tanzania tienen acceso telefónico casi universal gracias a las redes 3G. Estos países no instalaron cables de cobre y proporcionaron acceso a Internet directamente a través de los teléfonos inteligentes. De este modo, ahorraron los enormes costes que implica instalar cables de cobre y, además, pudieron proporcionar a sus ciudadanos un estándar tecnológico muy superior. Esto se llama Leapfrogging y ha demostrado ser un éxito inmenso en los países en desarrollo en los últimos años.
De manera similar, las áreas remotas de los países en desarrollo que sí tienen acceso a servicios bancarios formales podrían dar el salto a soluciones basadas en blockchain y ahorrarse los enormes costos que supone establecer nuevas infraestructuras. Países en desarrollo como India, Kenia y Sudáfrica ya cuentan con una red masiva de usuarios activos de teléfonos inteligentes gracias a los servicios de datos de bajo costo que ofrecen. Gracias a la revolución de los teléfonos inteligentes Android de la última década, la cantidad de usuarios de teléfonos inteligentes en los países en desarrollo se ha disparado, y esto ofrece una oportunidad única para las cadenas de bloques.
Aplicaciones en mercados emergentes
Uno de los problemas recurrentes en los países en desarrollo es el de la apropiación de tierras, es decir, la manipulación de los registros por parte de los que están en el poder para explotar a los pobres y desamparados. En las zonas remotas, sigue siendo muy común defraudar a la gente para quitarles sus títulos de propiedad mediante la manipulación de los mismos. Las cadenas de bloques podrían ser una solución beneficiosa en este caso, ya que están construidas desde cero para resistir la censura. No hay duda de que la digitalización de la información dificulta la alteración de los documentos oficiales, pero sigue siendo una posibilidad en un sistema centralizado. Las cadenas de bloques ofrecen una transparencia sin precedentes y, combinadas con la funcionalidad de los contratos inteligentes, ofrecen una seguridad mucho mayor en este sentido. Cualquier intento de modificar la información registrada previamente sería visible para todos en la red, lo que dificultaría mucho la manipulación de los títulos y otra información sensible.
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